El 25% de los conquenses vive por debajo del umbral de la pobreza
NOTICIA DE LA TRIBUNA DE CUENCA:
C.MARTÍNEZ/CUENCA
Cáritas diocesana de Cuenca denunció que el 25% de los ciudadanos conquenses y 25.000 mayores viven por debajo del umbral de la pobreza, siendo casi 700 las familias atendidas por esta organización durante el año 2006 y 1.000 los transeúntes que han pasado por sus centros. El director, Silvestre Valero, ofreció estos datos sobre la pobreza y la marginación a nuestro alrededor, aprovechando la presentación a los medios de comunicación de la memoria de la organización. Reprochó a los políticos, en plena campaña electoral, que la situación de los marginados de la sociedad no les preocupe y que no aparezca en sus programas ninguna referencia a ellos.
«Estas personas pasan desapercibidas, parece que no existe la marginación y la pobreza en Cuenca. No todo va bien», lamentó y criticó que el desarrollo económico se esté haciendo a costa de la naturaleza y de los pobres.
A su juicio, un síntoma evidente de la pésima planificación política y económica que se está llevando a cabo es que ya son muchas las personas que se están acercando a Cáritas pidiendo una ayuda para pagar la hipoteca, un parche que no soluciona a largo plazo los problemas de la vivienda.
Sobre los inmigrantes, el director de esta organización católica llamó la atención sobre el abandono al que se ven abocados muchos menores subsaharianos y marroquíes, que tras pasar por los pisos de acogida, son «puestos en la calle al cumplir los 18 años, sin papeles, sin trabajo y sin nada». Cáritas ya ha atendido varios casos de este tipo, sin ir más lejos el miércoles recibía a un chico procedente de un piso gestionado por una asociación que tiene encomendada esa labor.
Valero recordó que los inmigrantes no vienen por ningún efecto llamada, «eso es mentira», sino por efecto del hambre, «desde Cáritas acogemos a todo el mundo porque son imagen de Dios y tienen todos los derechos, incluso aquellos que no viven en España».
Respecto a la memoria económica del ejercicio pasado, los gastos ascendieron a casi dos millones de euros repartido entre los distintos programas, como el de acción social de base, consumo, empleo e inserción laboral, reclusos y ex reclusos, personas sin hogar, mayores, inmigrantes, comunicación y cooperación internacional.
A los mayores se dedica más de un millón de euros destinados a servicios de residencia, estancias diurnas, comidas y viviendas tuteladas; el segundo programa al cual se destinan más fondos es al de las personas sin hogar. Cáritas presta ayuda y apoyo a los transeúntes en dos centros de baja exigencia, el de Cuenca y el de Motilla y además cuenta con un centro de atención integral ubicado en la sede de Cáritas donde se lleva a cabo un programa de reinserción, «se intenta parar el ritmo de destrucción que sufre el transeúnte a través de los caminos y se le ayuda a recomponer su vida».
En cuanto a los ingresos, Valero indicó que el 61,82% procede de las subvenciones y el 38,18% de los recursos propios de Cáritas. En relación a las subvenciones lamentó el que las de la Junta de Comunidades no haya llegado todavía cuando tenía que haberlo hecho en los meses de febrero o marzo.
Por otra parte, la organización celebra mañana su XI asamblea dando comienzo a las 10 horas.
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